¡El invierno ya ha llegado! Su presencia se hace notar mediante la ola de frio que nos embarga a primeras horas de la madrugada. Nuestros abrigos, los guantes, las bufandas y los gorros se hacen necesarios y es la hora de que salgan del armario para protegernos de la helada corriente que nos envuelve y ataca nuestra epidermis.
Los cambios de estación requieren cambios tanto en nuestra alimentación como en la vestimenta y protección de nuestro frágil organismo. Es el curso normal de la naturaleza y hay que adaptarse. Ahora se hacen muy presentes en nuestra alimentación el consumo de bebidas calientes y el sorbo de caldos que nos fortalece el sistema inmunitario.
¿Qué debo hacer para fortalecer mi sistema inmunológico?
Para que nuestro sistema inmunitario sea muy fuerte y que disfrutemos de buena salud es necesario cuidar la alimentación, practicar deporte y mantener un buen estado mental. Son tres condiciones que influyen de una manera impresionante en el día a día y en el organismo.
Es fácil decir que se debe hacer para tener buena salud pero es más difícil cumplir con las condiciones. Lo que si es necesario es tener paciencia y ser organizados. Una vez que hayamos fijado nuestros objetivos lo único que queda por hacer es alcanzarlos con favorables resultados.
En cuento a la alimentación está bien consumir frutas y verduras frescas ricas en vitaminas y minerales. Las proteínas vegetales y las fibras son igual de importantes que los minerales y vitaminas. Si tenemos un equilibrio de todos estos elementos nuestro organismo funcionara sin dar problemas.
Respecto del ejercicio físico es suficiente que vayamos a caminar aunque está muy recomendable que vayamos a fortalecer los músculos pero para ello es necesario ir a un gimnasio.
Y, por último pero no menos importante, la salud mental. Para una salud mental es necesario olvidarnos del estrés y el nerviosismo que habitualmente padecemos a causa del trabajo. Se puede encontrar la calma mediante técnicas de respiración y con eso se consigue la relajación del organismo. Os recuerdo que el pánico, la depresión, la ansiedad, la angustia, el miedo o el odio pueden tener efectos negativos no solo para la mente sino para la salud en general y en particular para el sistema inmunológico.
Vivir de forma alegre y con calma conseguiremos una vida más saludable y más feliz.